Nací en un país, vivo en otro. Me mudé a un idioma y una cultura diferentes. Experimenté en carne propia la sensación de sentirme extranjero, ajeno.
No puedo culpar al destino, abandoné la tierra que me vio nacer por propia voluntad. En este aparente atentado contra mí mismo hubo «circunstancias atenuantes»: se vivían tiempos revueltos.
Cuando llegué aquí me dolió sentirme catalogado como un latinoamericano holgazán, «mañana, siesta y sombrero». La discriminación estereotipa. En un instante me había transformado en el representante de la cultura latinoamericana, en el sentido peyorativo. Yo por mi parte me asombraba de la rudeza de los modales levantinos. Discriminaba a mi manera.
Han pasado años y encontré mi lugar. Sin embargo, a veces resurge esa sensación de extrañamiento. El entorno conocido se vuelve extraño. Aprendí que el extrañamiento es un recurso literario, la posibilidad de redefinir lo cotidiano. Lo utilizó Julio Cortázar en Instrucciones para subir una escalera, donde una estructura arquitectónica vulgar se transforma en un elemento casi mágico. Lo expresa en poesía Pablo Neruda en su poema Tempestad con silencio: «Terminó la tormenta. Pero el silencio es otro». No hay mal que por bien no venga.
Descubrí también que no es necesario emigrar para sentirse extraño. Muchos se sienten no pertenecientes a su medio y culpan a la enfermera de la maternidad que se confundió de cuna (o de familia) o al señor de las alturas que los reencarnó en un cuerpo equivocado.
A veces se trata solo de una sensación temporaria, una ráfaga de extrañeza.
Sentirse ajeno nos lleva a buscar el hogar ausente. No se trata de un espacio físico sino de una sensación. Y no son necesarias las palabras cuando se ha llegado.
Gracias a Gabriela Geberovich por su inspirador diseño. https://www.instagram.com/gabriela_gebe/?hl=es
Lo que lei de la novela me pareció atrapante por la historia que en algo me identifica , por la forma en que esta escrita. Una novela ingeniosa, muy dinámica que te mantiene interesado en lo que va ocurriendo. Y me pareció muy bien escrita.
Me gustaMe gusta
Tambien yo me he sentido muchas veces extranjera de mi. ¿un lugar en el mundo que me represente? sentirme en casa?, tal vez, un poco, instantes, solo instantes.
Me gusto mucho tu novela. Algunos caminos no me resultaron ajenos….
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias Eva por compartir tu sentimiento!
Me gustaMe gusta